Estimaciones globales indican que casi el 70% de las empresas familiares fracasan cuando el mando se transfiere a la segunda generación y un 20% lo hace al llegarle el turno de manejarlas a la generación siguiente. Ello es así pese a que las empresas familiares tienen ventajas competitivas naturales. Entre ellas, su cultura de esfuerzo y austeridad y la flexibilidad y agilidad en la toma de decisiones.
Pero en general, no les resulta fácil redefinir su modelo de negocios ni priorizar recursos e inversiones en respuesta a nuevas tendencias y tecnologías.
También es poco frecuente que las empresas de familia manejen adecuadamente el talento y su plan de sucesión para crecer exitosamente más allá de la primera generación.

¿Qué caracteriza a las empresas familiares para que ello sea así?
¿Cuáles son las ventajas sobre las que deberían fortalecerse?
¿Cuáles son las debilidades sobre las que deberían trabajar para superar el obstáculo de la sucesión?
¿Qué rol juega el sistema de gobierno de la empresa para optimizar decisiones y trascender más allá de su fundador?
¿Cómo diseñar un plan de sucesión fiable y manejar la transición?
Estas son algunas de las preguntas que Eduardo Minardi responderá en su conferencia.

Si bien Eduardo tiene experiencia internacional en empresas de gran envergadura, su contacto de más de 30 años con distribuidores de productos y servicios y su actividad de consultoría de los últimos años le han permitido acumular conocimiento sobre el tema; conocimiento que está dispuesto a compartir.